Por otro lado, siempre he pensado que lo que más puede atormentar a una persona es el sentimiento de culpabilidad.Y es que cuando se juntan el remordimiento y la imposibilidad de volver hacia atrás, el resultado puede ser fatal...
Voy a contar la historia de Kevin Carter y su famosa fotografía ganadora del premio Pullitzer en 1994. Carter era un fotógrafo profesional que trabajaba en Sudán retratando imágenes sobre las guerras que tenían lugar y sus consecuencias. De pronto, un día se encontró con la foto que cambiaría su vida para siempre:
En la foto, podemos ver a una niña sudanesa famélica al borde de la muerte. Tal es su aspecto, que un buitre se acerca por la espalda esperando a que termine de morir. No cabe duda, de que es una imagen impactante.
Lo realmente impactante de la foto, no es la imagen en si. Lo que llama la atención, es por qué el fotógrafo no ayudó a la niña, y en su lugar, prefirió seguir con su trabajo. Su autor aseguraba, que esperó a que el buitre desplegara sus alas para hacerla más espectacular... pero que nunca sucedió. Para muchos, la niña simboliza la hambruna en el mundo, el buitre el capitalismo y el autor la pasividad del mundo occidental.
Cuando Kevin Carter ganó el premio, fue criticado hasta la saciedad por su falta de sensibilidad al haber preferido conseguir una foto ganadora en lugar de ayudar a una niña moribunda. Tal fue el revuelo causado, que Carter acabó por suicidarse, tras decir: "Es la foto más importante de mi carrera, pero no estoy orgulloso de ella, no quiero ni verla, la odio" .
Por cierto, la niña consiguió sobrevivir y murió años más tarde que él. Así que no sería desacertado decir que la presa del buitre fue el fotógrafo y no la niña..
No hay comentarios:
Publicar un comentario