Relájate y disfruta... deja que las palabras fluyan por tu mente y despierten los sentidos.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Un circo llamado fútbol

¡Cómo me gusta el fútbol y lo que me aburre a la vez! Soy incapaz de tragarme un partido de fútbol entero; pero no me pierdo una rueda de prensa de Mourinho, unas declaraciones de Piqué, un debate de 2 horas sobre si ha sido o no penalti, o una chulería de Cristiano. Y es que el fútbol es eso: espectáculo. Tanto dentro como fuera del campo.

Desde mi punto de vista, todo lo que está relacionado con el deporte rey a nivel profesional, es de alguna manera u otra, un esperpento. No hay más que oírlos hablar. De futbolistas y entrenadores, no podemos esperar mucho (en general), pero de presidentes de clubs que manejan millones de euros... Y mención aparte merecen los periodistas deportivos, ¡estos sí que son un expendiente X!.




Y en cuanto a los aficionados, pues bueno... hay de todo. Algunos unos cachondos, por cierto. Sin ir más lejos, hoy he visto en un periódico deportivo como se preguntaba a los internautas sobre que futbolista del Atlético de Madrid ven más capacitado para ser el  líder del equipo. Estas han sido algunas de las respuestas:

1- "nanananana liideeer nanananna liiiderr! liiideeeeeer!."
2- "Pellegrini."
3- "Para mí está entre: Pizzi, Curtois o Miranda."
4- "Gil Marín."
5- "Ninguno. El utillero."
6- "Positivo si no ves a nadie que marque el perfil de líder...pero como hay que votar votas al menos malo."
7- "Ninguno: yo me di cuenta de esto en 1988 y dejé de ser socio y abonado."
8- "Manzano."
9- "Perea eterno capitán!!! Vota positivo Perea. Vota negativo el cono, duro competidor."
10- "Manolete."


domingo, 18 de diciembre de 2011

El difícil concepto de la palabra "broma"

Decía un profesor mío, que una "broma" es cuando se ríen el que le hace y el que la padece. El resto son putaditas. Así que he decidido colgar un vídeo, de dudoso buen gusto, en el que cada uno puede juzgar hasta donde puede ser graciosa una broma. La pregunta que me hago yo, viendo esto, es: ¿Dónde ponemos el límite entre lo gracioso y el sufrimiento ajeno?