Decía un profesor mío, que una "broma" es cuando se ríen el que le hace y el que la padece. El resto son putaditas. Así que he decidido colgar un vídeo, de dudoso buen gusto, en el que cada uno puede juzgar hasta donde puede ser graciosa una broma. La pregunta que me hago yo, viendo esto, es: ¿Dónde ponemos el límite entre lo gracioso y el sufrimiento ajeno?
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