Hoy mismo, se cumple el aniversario (no sé exactamente hace cuantos años) de la que es, posiblemente, la intoxicación más famosa de la historia en nuestro país. Os la voy a contar:
El aceite de colza era vendido en garrafas y normalmente consumido por gente con pocos recursos debido a que era uno de los de peores calidad. Poco a poco gente de toda España fue ingresando en hospitales con síntomas parecidos: debilidad general, fiebres altas, vómitos.. También hubo víctimas mortales. Aparentemente, los médicos no encontraban un patrón común entre los enfermos (eran de distintas edades, de distintos puntos del país...) Finalmente, los médicos determinaron que padecían síntomas relacionados con una intoxicación alimentaria e indagando, descubrieron que el consumo de aceite de colza era el denominador común.
La pena es que se tardó bastante en llegar a esta conclusión y las víctimas se contaron por miles.
Afortunadamente, esto hoy en día no pasaría pero no está de más recordar este tipo de acontecimientos, entre otras cosas, para ser conscientes de la importancia de la limentación en la salud, y es que no me cansaré de decirlo, somos lo que comemos.
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